En mi vida viajera y durante los días del 11 al 15 de abril de 2010 ha tocado una pequeña ruta por los países de Croacia y de Montenegro.
Aunque se trataba de un viaje organizado y todo el grupo en el que viajaba (Viaje de incentivos de mi empresa) teníamos una agenda apretada, dejo suficientes momentos para tomar unas fotografías y, ya en España algunas notas sobre el viaje.
Dentro de estos 5 días, el primero y segundo (11 y 12 de abril) lo dedicamos a pasear por las calles y callejuelas del casco antiguo de Dubroknik,destacando lo desapacible de las condiciones climatológicas,
Dentro de todo viaje hay una cosa especial, tanto para el estomago como para el resto de los sentidos, el momento de reponer energías, en este caso el hacerlo en los restaurantes de la calle Primero, eso sí en su interior debido a la presencia de la lluvia, constituye uno de los recuerdos más pintorescos del viaje.
Dentro de nuestros paseos sufrirnos las escaleras que suben de una calle a la otra y pudimos visitar algunos de los lugares que esta encantadora ciudad tiene, tales como el Monasterio de los Franciscanos, su Teatro o la Casa del Rector de la ciudad.
El tercer día (13 de abril) lo dedicamos a desplazarnos al vecino país de Montenegro, visitando las ciudades de Kotor y de Buvda, las cuales no pudimos disfrutar plácidamente ya que fue el
día en el que nuestra inseparable lluvia actuó con mayor intensidad, eso sí pasaban por mi cabeza lo que podían pensar los lugareños viendo como un grupo de guiris, todos con sus impermeables y sus paraguas intentábamos guardar al menos algún recuerdo de estas dos ciudades.
Ya el miércoles 14 de abril y con un poco menos de lluvia nos adentramos , por medio de un pequeño paseo marítimo para visitar una de las Islas Elafitas, concretamente la de Kolocep, donde pudimos disfrutar de una degustación de ostras recién “cosechadas” acompañadas de vinos croatas y posteriormente visitar la ciudad de Stom, famosa por sus murallas.
Ya por último, durante la mañana del jueves 15 de abril nos quedaba una visita inexcusable de la ciudad de Dubroknik, ver la ciudad desde sus murallas y observar como quedo marcada la región por la última guerra vivida, viendo como se alternan tejados enmohecidos , los pocos que sobrevivieron a los bombardeos, junto con tejados totalmente restaurados con sus tejas nuevas, tras el proceso de rehabilitación que sufrió la ciudad desde la finalización del conflicto bélico.
