Ayer, mientras que celebrábamos el cumpleaños de mi cuñado, Laura nos enseño una poesía que había escrito en su colegio y por la cual fue galardonada con una mención en un concurso de relatos para escolares.
Tras leerla pienso que merece la pena compartirla, y quién sabe si algún día llega a ser una escritora famosa se pueda tener este pequeño post o emoción como un texto inédito de sus días de infancia.
EL NIÑO ROBOT
Abrió sus ojos de cristal
una mañana en el baúl.
Y vio su cuerpo de metal,
él no era un niño como tú.
Sus torpes pasos al andar,
un corazón de soledad,
lágrimas de tristeza.
Reclaman tu amistad.
Se miraba de reojo al espejo.
y quería ir al parque y el colegio.
Sus tuercas y sus tornillos se lo impedían
y luchaba inútilmente por tener vida.
Quisiera viajar contigo,
compartir todos tus juegos
y sentir el cálido cariño
cuando mamá dice: te quiero.
Tener un amigo fiel
a quien contarle secretos.
Un abuelo y un hogar,
y un montón de sueños.
Un día tú, te distes cuenta de su soledad.
Entre tus manos chiquitas
le abrazastes más y más
y se abrió el cielo de su libertad.
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