Con este titulo para este post pretendo sintetizar lo más llamativo de la ruta senderista del pasado sábado, seguramente las fotos ilustren un poco las razones.
Esta ruta circular de aproximadamente 16 km de recorrido la realizamos partiendo y finalizando en la población de Berzosa de Lozoya.
Se trata de una ruta relativamente sencilla ya que todo el camino discurre por pista bien conservada y aunque existen algunas pendientes, estas son suaves tanto en su ascenso como en su descenso.
Desde Berzosa de Lozoya iniciamos el camino hacia población cercana de Serrada de la Fuente, continuando hacia el paraje llamado Casasola donde pudimos descubrir el porqué de su nombre mientras hacíamos una pausa para reponer fuerzas. Desde ese punto continuamos la ruta hasta contemplar una de las presas más antiguas de nuestra geografía, “La presa del Villar”, la cual fue construida en 1879.
De toda esta ruta lo que más llama la atención en estas fechas y debido a las abundantes lluvias primaverales (Estoy hablando de principios del mes de junio de 2011), es el contraste de colores de la vegetación aun verde en sus tallos y hojas, pero a su vez repleta de flores de diversos colores, en cuyo interior innumerables insectos ayudan a la tarea de polinización de estas plantas.
En la pequeña guía suministrada para esta pequeña escapada aparece un refrán que bien puede ser compañero del titulo del post y que aquí dejo como colofón del mismo:
“VETE AL MONTE ALGÚN BUEN DÍA, QUE DIOS DA DE VALDE SU PERFUMERIA”.
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